Un año más, y ya van 25, el buey (boi) sale a recorrer las calles de la pequeña villa de Allariz, a unos 15 km de Ourense.
Dice la leyenda que esta tradición tiene su origen en una disputa entre Judios y Cristianos. Al parecer, a los judios no les gustaba que los cristianos sacaran el corpus en procesión y año tras año intentaban reventar la fiesta. Entonces, un tal Xan de Arzúa, decidió que aquel atropello de los judios se tenía que terminar y no se le ocurrió otra cosa que ir a la procesión subido en un inmenso buey al cuál los judios obviamente no osaban acercarse.
En recuerdo a este acontecimiento los cristianos de Allariz, todos los años, por las fechas del Corpus, soltaban un buey por el pueblo.
A día de hoy, el buey(boi) lo pasean los mozos por todo el pueblo, con la cuerda lo bastante larga como para darle un susto a más de uno.
A lo largo de estos últimos 25 años la fiesta ha adquirido una mayor dimensión, sobretodo desde que fue declarada de interés turístico gallego por la Xunta de Galicia. Llegan curiosos de todas partes de Galicia y de fuera buscando sentir el aliento del animal lo más cerca posible.
Dice la leyenda que esta tradición tiene su origen en una disputa entre Judios y Cristianos. Al parecer, a los judios no les gustaba que los cristianos sacaran el corpus en procesión y año tras año intentaban reventar la fiesta. Entonces, un tal Xan de Arzúa, decidió que aquel atropello de los judios se tenía que terminar y no se le ocurrió otra cosa que ir a la procesión subido en un inmenso buey al cuál los judios obviamente no osaban acercarse.
En recuerdo a este acontecimiento los cristianos de Allariz, todos los años, por las fechas del Corpus, soltaban un buey por el pueblo.
A día de hoy, el buey(boi) lo pasean los mozos por todo el pueblo, con la cuerda lo bastante larga como para darle un susto a más de uno.
A lo largo de estos últimos 25 años la fiesta ha adquirido una mayor dimensión, sobretodo desde que fue declarada de interés turístico gallego por la Xunta de Galicia. Llegan curiosos de todas partes de Galicia y de fuera buscando sentir el aliento del animal lo más cerca posible.
